Es habitual que ocurra: en alguna caja, escondida entre las cosas de la casa,
aparecen fotos de otras épocas que, de modo inmediato, nos traen a la memoria cosas del pasado. Y se arma la hermosa tormenta de los recuerdos, esa catarata de momentos, imágenes, nombres, situaciones, rostros y perfumes que no han sido olvidados, que simplemente dormitan dentro de cada uno de nosotros. Entonces, se produce el milagro y es posible echar a rodar la vida hacia atrás y sentir que el tiempo no ha transcurrido.
Las fotografías que hoy nos acompañan ¨aparecieron¨ de la mano de Alfredo Fasce. Se trata de dos ¨instantáneas¨ tomadas de modo sucesivo en esa ¿misma tarde? En la primera están, para siempre, con la estampa de los 60´, los muchachos de la barra de Uni, en la puerta de Córdoba 940, el local que fuera Sede antes de la actual de Avda. del Huerto. Y no queda claro, nos cuenta Alfredo, en qué circunstancias fueron tomadas pero puede deducirse que fue cuando hubo que abandonar esa Sede, a pedido de los dueños del local, que no eran menos que los titulares de la gran tienda,
Gath & Chaves, nombre rosarinizado como Gatichaves.

Para hacer algo más de memoria y recurriendo a los memoriosos, hablamos con el gallego Vilapriñó, y nos dice que el del sombrero es Dal Lago, al lado está Magin Moliné, también es posible ver a Fradua, arrodillado está Méndez, justo al lado del petiso y del flaco Rita, Puccio y, de lentes, Damiani, el último, con la cabeza escondida es el cumpa Relancio, Fasce al frente, parado y de gris, a su costado Pailole y Carlitos Cansino.
Parece ser que, como esa propiedad iba a ser demolida, la gente de Gath & Chaves permitió que Universitario se llevase lo que le sirviese y es así que se levantaron todas las baldosas de la cancha de Básquet, que tanto esfuerzo habían costado, para ser utilizadas o comercializadas. Y así surge la otra fotografía, en la mencionada chancha, con todas las baldosas alrededor. Extraña fotografía que, seguramente, debe emocionar a más de uno.

Haciendo memoria, el gallego nos ayuda, una vez más, y nos cuenta que el del sombrero es Menchaca, allá atrás, dice. Y, para que sigan las ayudas, vamos a utilizar una frase eterna: tarea para el hogar. ¿A quién más hay que ponerle nombre? ¿Es, realmente, el momento en que tuvimos que dejar la Sede de Córdoba 940? ¿Quién sacó la foto perdiéndose estar en ella? ¿Qué pasó con las baldosas? Hay tantas preguntas como se nos ocurra y hay tantas respuestas como nos responda la memoria. El Club Universitario se ha ido creando en base al trabajo de los que han sido parte de él y muchas veces los recuerdos parten desde los deportes, desde la imagen deportiva, desde esos esfuerzos en las chanchas, de los logros así como de las derrotas, desde ese fervor del músculo en tensión para dar lo mejor de cada uno
en cada instante de competencia pero, en este caso, las imágenes son otras, son las imágenes de los muchachos de la barra de Uni, con su pinta y con sus sonrisas universitarias, haciendo vereda, o rodeados de las baldosas que fueran parte de esa cancha que ya no existe pero en la que se siguen metiendo dobles o triples desde el corazón azul y negro.