La Esgrima viene de atrás, viene desde los 20´, desde los inicios de nuestro querido Club, brindando sus frutos, obteniendo importantísimos logros y, por sobre todo, basándose en el esfuerzo. Sería imposible detallar los títulos obtenidos y brindar la relevancia adecuada a aquellos deportistas que han dado todo sobre las pistas. Se trata de la Esgrima de Universitario, ese deporte considerado arte. Ese deporte que hace de la destreza un arte.
Hemos convocado al Capitán de la disciplina, Dr. Enrique Barales, y al gran Maestro Carlos Moyano para que nos pongan al tanto de la actualidad de este increíble y hermoso deporte que tantas satisfacciones le ha dado a nuestro querido Club.
Desde finales desde el 2018 me toca ser Capitán de Esgrima de esta institución. Y es un gran honor. Pensemos que, el año próximo, estamos por cumplir 50 años ininterrumpidos en la continuidad de este deporte en Universitario. A este respecto, es válido citar que, como ya se ha mencionado en diversas oportunidades, a través del libro de la historia del Club así como a través de publicaciones en la revista ¨Universitarios¨ o declaraciones, tanto del Dr. Alejo Vercesi o el Ctdor. Pablo Moyano, etc, la Esgrima es uno de los deportes primeros en nuestro Club, desde allá por los años ´20. Luego de algunos años se discontinúa su desarrolo hasta 1971 en que se retoma la práctica del mismo. Y al ser parte de ese grupo que retomó la actividad, vale mencionar que hubo mucho esfuerzo puesto a disposición de ese nuevo comienzo, mucho sacrificio de todo tipo: hay diversas anécdotas que reflejan cómo lográbamos llevar las pistas o hacer los campeonatos en el querido gimnasio del Club.
Nos toca esta celebración, de los 50 años de la llegada de aquel grupo de esgrimistas muy jóvenes, en una época realmente difícil. Y es posible que el festejo no pueda ser realizado con las ¨luminarias¨ que desearíamos pero estamos seguros que vamos a festejar con un valor para destacar, con esfuerzo, ya que todos los esgrimistas del Club así como los Maestros y los
dirigentes estamos realizando nuestro aporte, económicamente hablando, para recuperar el piso de la Sala de armas que, después de 40 años de instalado, necesitaba un cambio. Es de considerar que hemos tenido un gran piso que fue motivo de halago por parte de quienes visitaron nuestra Sala pero se fue deteriorando con el paso del tiempo hasta este punto de que el recambio se hace absolutamente necesario. Y es de resaltar que habrá de ser, como he mencionado, con mucho esfuerzo dada la situación económica imperante. Necesitamos cinco pistas y hemos logrado comprar cuatro. Estamos cerca. Y luego hay que considerar la instalación de las mismas que, obviamente, también trae aparejado un costo.
Los miembros de la Capitanía de Esgrima, junto a los Maestros y a los alumnos, estamos haciendo este esfuerzo para festejar como es debido y a partir ese esfuerzo necesario, de ese sacrificio imprescindible para lograr tener una Sala de primerísimo nivel, tanto desde el punto nacional como internacional. Ya sabemos que este año ha sido duro y que, tal vez, el año
siguiente también lo sea, tratamos de mantener el plantel de Maestros, a pesar de las limitaciones del caso, pero destacando que nuestro deporte ha sido uno de los que menos sintió la merma de deportistas. Vamos a salir adelante. Tenemos una gran Comisión Directiva que es apoyada por todos los deportes y, desde la Esgrima, aportamos la colaboración necesaria a pesar de los tiempos que nos llevan al zoom habiendo perdido esa cercanía tan importante para todos. Volverán las reuniones presenciales, volverá la amistad del acercamiento. Volverá este hermoso deporte en plenitud para ser practicado con el mismo empeño de siempre, con la misma dedicación de siempre.
Durante el periodo de pandemia y desde que el Club abrió sus instalaciones, en la Sala de armas se están llevando adelante prácticas de esgrima para tiradores de nivel nacional e internacional y esgrimistas con proyección para el alto rendimiento deportivo.
Se ha dividido cada jornada en periodos de una hora, teniendo en cuenta que 45’ es la duración de la sesión de entrenamiento y 15’ son necesarios para desalojar y asear la Sala y así permitir el ingreso de otro grupo.
Cada grupo está integrado, como máximo, por cuatro esgrimistas. Pudiendo haber en el recinto, en forma simultánea, 12 atletas y 3 entrenadores.
Durante este periodo especial, según el protocolo presentado a las autoridades, se dividieron las sesiones de entrenamiento en cuatro fases, siendo ellas las siguientes:
– Fase 1: desplazamientos específicos y técnicas de uso del arma en plastrón.
– Fase 2: Lección individual.
– Fase 3: Trabajo convencional especial con uso de armas en parejas
– Fase 4: Combates dirigidos y libres.
Hasta el momento se están ejecutando las fases 1 y 2.
Las otras se llevarán a cabo más adelante, cuando las condiciones sanitarias evolucionen favorablemente.
Si bien este tiempo de pandemia actúa como freno para la evolución normal de la vida como se concibe, por lo menos hasta antes de la existencia del COVID 19, se necesita más que nunca practicar deporte, para que resalte una de sus características principales, que es aquella que
permite ser capaz de despertar conciencias para sobreponerse a la adversidad. La Esgrima, como todo deporte de alto rendimiento, indica que el atleta sobresale, no solo porque logra ganar en alguna ocasión de competencia luego de intentarlo, sino porque lo hace cuando se levanta una y otra vez luego de cada caída.